La violencia alcanza a Israel. Un atentado a las puertas de una sinagoga de Jerusalén ha dejado al menos ocho muertos israelíes y varios heridos este viernes por la noche. El atacante ha sido neutralizado en el lugar de los hechos por las fuerzas israelíes. Este ataque llega después de que el Ejército israelí matara a 10 palestinos durante la mañana del jueves en una redada en el campo de refugiados de Yenín. Entre ambos atentados, Gaza e Israel han intercambiado cohetes y bombardeos desde los aires.
Según el Ministerio de Asuntos Exteriores, ocho personas han muerto víctimas del ataque, algunas en manos del personal médico. Tres de las personas heridas han sido trasladadas en estado moderado a grave al hospital más cercano. El atentado ha tenido lugar en el barrio israelí de Neve Yaakov de Jerusalén Este, zona ocupada y, por lo tanto, se considera un asentamiento ilegal de acuerdo al derecho internacional. El atacante, originario del campo de refugiados de Shuafat en Jerusalén Este, ha llegado en automóvil a las inmediaciones del edificio usado como sinagoga y ha disparado contra los fieles.
Escena posterior al ataque en Jerusalén. Reuters
Un portavoz ha afirmado que este tiroteo fue una represalia por la incursión del Ejército israelí en el campo de refugiados de Yenín. La policía israelí sigue buscando a posibles atacantes que hayan abandonado la escena a pie. Este ataque tiene lugar horas después de que Israel bombardeara con sus aviones de combate “una base militar utilizada por la organización terrorista Hamás” en la Franja de Gaza, según ha informado el Ejército. Antes, las milicias palestinas del enclave habían lanzado cinco cohetes hacia los pueblos fronterizos israelís como represalia por la letal redada en Yenín del jueves.
Allí, las fuerzas israelís mataron a nueve personas en una de las jornadas más sangrientas en los últimos años en la Cisjordania ocupada. Durante las protestas palestinas, los soldados mataron a otro joven en Ramala. Ya son al menos 30 los palestinos asesinados por fuego israelí en lo que va de año, con un promedio de un palestino muerto cada 21 horas. Estas siete víctimas son las primeras muertes en el bando israelí de este 2023. «No se debe permitir que el terrorismo asoma la cabeza por ninguna parte», ha dicho el líder de la oposición, Yair Lapid. «Estas amenazas deben ser tratadas con dureza», ha añadido.
Este es el primer gran desafío de seguridad del nuevo gobierno de extrema derecha de Israel. Además, el Estado hebreo espera la visita del secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, el próximo lunes. Durante este viaje, que tendrá parada en Egipto y en Palestina, el enviado de la administración Biden discutirá la reciente escalada de tensiones entre israelís y palestinos, la agenda de línea dura del Ejecutivo de Netanyahu y la anulación por parte de la Autoridad Palestina de la coordinación de seguridad con Israel tras la letal ofensiva sobre Yenín. Los recientes acontecimientos en Jerusalén auguran un enfrentamiento a gran escala.