Masorange y la nueva Vodafone, controlada por el grupo británico Zegona, ultiman una alianza para unir fuerzas y compartir sus redes de fibra óptica en España. Las dos telecos han firmado una carta de intenciones confidencial, a modo de preacuerdo y que de momento no es vinculante, como primer paso para la creación de una sociedad conjunta de red de banda ancha en busca de ahorros de costes, de eficiencia y para contener las inversiones en nuevos despliegues.
Tras meses de negociaciones, Masorange -el gigante resultante de la fusión de MásMóvil y Orange España- y Vodafone España -la antigua filial nacional de Vodafone y que ahora está controlada por Zegona- han sentado las bases para lanzar una compañía de fibra compartida que daría cobertura aproximadamente a 11,5 millones de unidades inmobiliarias en el mercado español y que daría acceso a la red de banda ancha a ambas telecos.
Pero las dos operadoras buscan, además, hacer caja y reforzar la futura sociedad con la incorporación de un tercer inversor. Los planes pasan por sumar un nuevo socio financiero con la venta de una participación. Según informó Expansión, la intención de Masorange y Vodafone es colocar un 40% de la compañía a un nuevo socio, en una operación valorada entre 1.500 y 2.000 millones de euros.
“La nueva sociedad beneficiará a los clientes de Masorange y Vodafone España, así como al mercado español en general, al garantizar el acceso a la red de fibra óptica más avanzada, ofreciendo la mejor calidad, y permitiendo la rápida adopción de nuevas tecnologías, al tiempo que estimulará la inversión y la innovación”, subrayan ambas operadoras. Esta red se convertirá en un referente para el desarrollo sostenible, cumpliendo con altos estándares ESG, gracias al ahorro de energía. Toda la operación depende de que las partes alcancen un acuerdo final al que aún no han llegado y a las autorizaciones regulatorias preceptivas.
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