Lo descubrió hace pocos días el propio autor, Chema Lumbreras (Málaga, 1957): trabajadores municipales habían pintado el banco de su grupo escultórico ‘Divertimentos’, en la calle Moreno Monroy, e incluso colgado de las esculturas de bronce -un conejo y un ratón que sujetan el banco- carteles de «Recién pintado».
La obra, inaugurada en diciembre de 2009, formó parte de un programa de la Gerencia de Urbanismo de remodelación de ocho calles del Centro, con la colaboración del arquitecto José Fernández Oyarzábal.
«Iba con Rafael Alvarado y vimos una valla, los carteles colgados, y al acercarnos vimos que la madera la habían pintado. Con esto, la madera pierde calidez; por supuesto que es un banco pero tiene que conservar un poco el banco original, que se vea que es madera, porque ahora ha perdido toda la gracia que podía tener», cuenta a La Opinión Chema Lumbreras.
Detalle de una de las esculturas de Chema Lumbreras, con el cartel de ‘Recién pintado’ del banco. / La Opinión
El escultor informa de que se trata de madera de iroko (original del África tropical), especial para resistir la intemperie, aparte de que, con ella, quería dar la impresión de que las dos figuras transportaban la pieza, un sentido que, cree, se ha perdido con la actuación municipal.
Chema Lumbreras quiere subrayar que no desea cargar las tintas en los operarios municipales, que se han limitado a cumplir unas órdenes, y cree que el Ayuntamiento ha confundido la pieza artística con un banco cualquiera.
Como remarca, el Consistorio se tenía que haber limitado a darle un nuevo barniz, y recuerda que, hace un año, el Ayuntamiento ya restauró las dos piezas de bronce, después de que un equipo de restauradores hablara con él.
Por todo ello, Chema Lumbreras pide al Consistorio que le quite la pintura y devuelva el banco a su estado original, y solo le aplique el barniz.
Aspecto original de la obra de Chema Lumbreras, cuando se inauguró en diciembre de 2009. / Carlos Criado
También habló con La Opinión el pintor Rafael Alvarado, que recordó que, con esta actuación, «es el propio Ayuntamiento el que atenta, no intencionadamente, contra una obra de su propiedad material; pero el propietario intelectual es el artista».
Por su parte, para la historiadora del arte y restauradora Marina Riera, autora de un trabajo fin de máster que analizó tres obras de arte de las calles de Málaga, entre ellas ‘Divertimentos’ de Chema Lumbreras, «en la restauración contemporánea, lo más importante antes de intervenir la obra de un artista que está vivo es entrevistarlo, para ver cómo quiere que restaure su obra, los materiales, etc…».
Imagen de archivo de Chema Lumbreras. / Arciniega
La restauradora lamenta que, en Málaga, en demasiadas ocasiones no se pregunte a los artistas ni se acuda a profesionales sino a los servicios operativos municipales, «y al final lo que hacen es cambiar la obra que ya no tiene que ver con la obra original».
Respuesta del AyuntamientoFuentes municipales respondieron el viernes que no se trata de una intervencion del Área de Cultura, que ya ha dado parte para «restaurar la pieza a su estado original». Se encargará de ello la empresa Quibla, que tiene un contrato con el área municipal para este tipo de casos.
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