El Ayuntamiento de Torremolinos ha adjudicado la redacción del proyecto para la rehabilitación de la Casa de María Barrabino para uso como centro cívico multifuncional a José Ojeda Martos, por un importe de 164.635 euros, siendo la única oferta presentada al concurso público convocado al efecto.
El objetivo es la restauración del inmueble con criterios innovadores en materia de eficiencia energética, y mejoras de habitabilidad (confort acústico, calidad del aire…) y accesibilidad para compatibilizar el uso cultural, administrativo, institucional, lúdico y turístico. Para ello, contará con salas de exposiciones y conferencias; salas de recepciones y/o actividades de representación de la corporación municipal; oficina de información turística; escenario exterior para pequeños eventos músico-teatrales y servicio de bar- restaurante.
Comercios con la Casa de María Barrabino al fondo. / L. O.
La casa de María Barrabino está situada en pleno centro neurálgico de Torremolinos, en la confluencia de las dos principales vías peatonales del municipio: la calle San Miguel, vía principal comercial de la ciudad, y la plaza Costa del Sol, recientemente peatonalizada con jardines, pérgolas de sombra y áreas para eventos públicos.
El inmueble que el Consistorio quiere recuperar como edificio cultural tiene una superficie de 595 m² construidos, en dos plantas, en una parcela de 1.208 m².
CláusulasEl contrato ahora adjudicado incluye estudios previos para comprobar el estado del edificio, sus patologías, una auditoría energética, así como el estudio de la huella de carbono y de los costes de mantenimiento.
El adjudicatario tiene un plazo de dos meses para redactar el proyecto básico, a partir de la fecha de la formalización del contrato. Una vez revisado por los servicios municipales, el arquitecto tiene 15 días para realizar las modificaciones o ajustes necesarios.
La casa de María Barrabino en la plaza Costa del Sol. / L. O.
La previsión del Consistorio es adjudicar el contrato de obras en agosto de 2024, con la idea de firmar el acta de replanteo e iniciar los trabajos en octubre de 2024 y firmar el certificado de fin de obra en diciembre de 2025, recepcionando la obra de manera definitiva en febrero de 2026. El presupuesto máximo de las obras es de 1.658.211 euros, IVA incluido.
Finales del XIXLa Casa de María Barrabino fue proyectada por el arquitecto Jerónimo Cuervo en 1888. Diseñada con una planta en forma de cruz, tiene una fachada principal con dos plantas, con un porche o terraza de madera, sostenida por cuatro columnas toscanas, que descansan sobre plintos y dan mayor vistosidad a este espacio.
Con tejado a dos aguas, las habitaciones están ornamentadas con pinturas al fresco de muy buena calidad, en paredes y techos, que destacan por la sencillez compositiva y cromática, utilizándose tonalidades pasteles azul y crema. El suelo del salón de planta baja es de mármol blanco de Carrara y en el resto de las estancias de mosaicos de gres de Noya. En esta planta destaca una gran escalera señorial con estructura de hierro sostenida por columnas toscanas para acceder a la planta superior.
Las habitaciones de la primera planta incluyen pinturas murales con motivos vegetales estilizados, característicos del último tercio del siglo XIX y principios del XX, combinados con tonalidades rosas, mientras que para el suelo se utilizaron baldosas hidráulicas que cambian de diseño en cada habitación, confiriéndole una imagen variada y contrastada.
Imagen del interior de la Casa de María Barrabino. / l.o.
En el jardín, que posee un magnolio centenario, palmeras y bambúes, aún queda en pie un pequeño templete o pabellón cuadrangular con cuatro columnas toscanas.
RelevanciaLa Casa de María Barrabino constituye uno de los últimos vestigios del modo de vida de los nobles y burgueses del siglo XIX. El inmueble destaca por la calidad de la conservación de su ornamentación original y porque está ligada a los inicios de Torremolinos como localidad destinada a albergar un tipo de turismo residencial, que más tarde sentaría las bases del desarrollo de su actividad económica.
La casa quedó deshabitada en 1997 tras el fallecimiento de su última moradora, y desde entonces, sufre un proceso de intenso deterioro que amenaza con estado de ruina.