Por primera vez desde que estalló la crisis en Gaza por la respuesta militar y de asedio de Israel a los ataques de Hamás del 7 de octubre, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha mostrado este miércoles públicamente un apoyo a «una pausa humanitaria», una idea que representantes de su Administración han estado promoviendo la última semana.
“Creo que necesitamos una pausa”, ha dicho Biden después de ser interrumpido en un acto electoral en Mineápolis por una rabino que le había urgido a pedir un alto el fuego. La rabino, que ha hecho su protesta como parte del grupo Voces judías por la paz, se ha identificado como Jessica Rosenberg y ha sido abucheada por algunos de los presentes y escoltada fuera de la sala por agentes de seguridad.
Breaking: Rabbi Jessica Rosenberg is interrupting President Biden demanding a CEASEFIRE NOW. She is speaking on behalf of thousands of American Jews who say Not In Our Name! We refuse to allow a genocide be carried out in our names.
Ceasefire Now to save lives! pic.twitter.com/m5fR8OdoOk
— Jewish Voice for Peace (@jvplive) 1 de noviembre de 2023 Cambio sutil pero no fundamental Las palabras de Biden representan un cambio sutil pero no fundamental en el discurso público del mandatario, que sigue sin respaldar un alto el fuego pero cada vez, y conforme se agrava la crisis humanitaria, está bajo más presión de organizaciones y activistas por los derechos humanos, otros líderes globales y voces dentro de su propio partido. Y nada indica un cambio de política de la Casa Blanca, desde donde Biden sigue insistiendo en el derecho de Israel a defenderse.
En su respuesta a la interrupción de la rabino el mandatario solo ha asegurado que “una pausa daría tiempo a sacar a los prisioneros”, en referencia a los 239 rehenes que mantiene secuestrados Hamás.
“Soy el tipo que convenció a Bibi (Binyamin Netanyahu) de pedir un alto el fuego para dejar que salieran los prisioneros”, ha dicho también Biden. “Soy el tipo que habló con Sisi (el líder egipcio Abdelfatá al Sisi) para convencerle de que abriera la puerta”, en referencia al paso de Rafá, por donde ha empezado la tímida entrada de ayuda humanitaria a la Franja y la salida de extranjeros y heridos.
“Entiendo las emociones, esto es increíblemente complicado para los israelís y para el mundo árabe también”, ha expresado también Biden, que ha reiterado que “desde el principio ha apoyado la solución de dos estados” y ha remarcado que Hamás es “una organización terrorista”.