La perspectiva de un gobierno de coalición nacional entre el conservador Partido Popular (PP) de España y su partido de extrema derecha Vox ha aumentado después de que el PP ejecutara un dramático cambio de sentido ideológico para llegar a otro acuerdo regional con Vox.
Aunque el opositor PP ha intentado presentarse como un partido centrista moderado con la esperanza de derrocar al gobierno socialista de Pedro Sánchez, se ha negado a descartar una coalición con Vox en caso de que no alcance la mayoría absoluta en 23 Elecciones anticipadas de julio.
Los conservadores, cuya serie de contundentes victorias en las elecciones regionales y municipales del mes pasado llevaron a Sánchez a convocar elecciones generales anticipadas, ya han entrado en coalición con Vox para gobernar la región de Valencia.
El viernes, el PP y Vox anunciaron un nuevo acuerdo para dirigir conjuntamente la región suroeste de Extremadura, pocos días después de que la líder del PP dijera que nunca gobernaría con el partido de extrema derecha porque niega la violencia de género. su postura antiinmigrante y su oposición a los derechos LGBTQ+.
A principios de esta semana, la comisión electoral de Madrid ordenó a Vox que retirara una gran pancarta de la capital que mostraba una mano arrojando símbolos que representaban el feminismo, los derechos LGBTQ+, la independencia de Cataluña, los programas medioambientales y el comunismo a la papelera.
“No puedo permitir que entren al gobierno los que niegan la violencia de género… los que deshumanizan a los inmigrantes y los que despliegan una pancarta tirando la bandera LGBTI a la papelera”, dijo la semana pasada María Guardiola, líder del PP en Extremadura. También insistió en que estaría preparada para presentarse a una repetición de las elecciones regionales en lugar de aprobar cualquier acuerdo con Vox.
Pero durante los días siguientes, bajo la aparente presión de la dirección del partido, comenzó a vacilar. El viernes por la mañana, el PP y Vox anunciaron un acuerdo de gobierno de coalición en Extremadura por el que Guardiola sería presidente autonómico y Vox dirigiría la Consejería de Medio Rural.
El PP saludó el acuerdo como un «triunfo del diálogo» y calificó a Guardiola como una mujer «de principios y convicciones». Vox dijo que estaba complacido de ver que «prevalecía el sentido».
Pero Pilar Alegría, quien se desempeña como ministra de Educación y portavoz del Partido Socialista Obrero Español de Sánchez, criticó al PP por su hipocresía.
“El PP es un partido marxista, un partido marxista cascarrabias”, dijo en un tuit citando la famosa frase del comediante estadounidense: “Esos son mis principios, y si no te gustan… bueno, tengo otros”.
Sánchez advirtió recientemente que el PP, que lidera las encuestas, se estaba volviendo demasiado endeudado con Vox y sus ideologías.
“Hay algo mucho más peligroso que Vox, y es tener un PP que asuma las políticas y posturas de Vox”, dijo a El País. “Y eso es lo que estamos viendo: un negacionismo en lo que respecta al consenso social, político y científico”.