Pedro Sánchez encara este año electoral (municipales y autonómicas el 28 de mayo; generales en diciembre) con un mensaje central bien definido: la “paz social”. Desde el comité federal socialista del pasado 18 de marzo, que marcó el inicio de la precampaña, el jefe del Ejecutivo repite la idea cada vez que puede. En mitínes, como el del domingo en L’Hospitalet de Llobregat, y en conversaciones informales como la que mantuvo la semana pasada a bordo del avión presidencial con los periodistas que le acompañaban en su viaje a China. Hasta ahora, Sánchez se había detenido en la reforma laboral y la de las pensiones, comparando la reacción ciudadana en esta legislatura (no ha habido ninguna huelga general) con la de los gobiernos de Mariano Rajoy. Este lunes, sin embargo, ha puesto el foco en el panorama europeo.
“España es el país con mayor paz social de Europa. No hay más que mirar a lo que está pasando en otros países europeos para saber que estamos acertando en la orientación de nuestras políticas. La paz social son tres ingredientes: una voluntad inequívoca por dialogar con los agentes sociales, una voluntad rodunda por acordar con otras fuerzas políticas y sobre todo no olvidar nunca que quien te elige es la gente. Eso es lo que hace este Gobierno”, ha dicho el secretario general del PSOE ante unas 650 personas, según cálculos de la organización.
Sánchez no lo ha citado, pero el contraste más claro se encuentra en la vecina Francia. Mientras su presidente, Emmanuel Macron, ha aprobado un cambio en el sistema de pensiones aplaudido por el PP que ha incendiado las calles, aquí la reforma ha sido pactada con los sindicatos y cuenta con el visto bueno de la UE.
El acto de Sumar Un día después de que la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, se postulara para presidir España tras las generales de finales de año, el líder socialista no ha hecho ninguna mención al espacio situado a su izquierda, repleto de incertidumbres debido al papel que jugará Podemos. Sánchez, eso sí, ha presentado a la formación que dirige como “el único proyecto político que existe en el país”, porque si “hay un partido con cuadros, con equipo y con programa, ese es el PSOE”. Pero el jefe del Ejecutivo ha dejado claro que se estaba comparando con los “insultos” de “la derecha y la ultraderecha”. Las alusiones a Díaz han sido inexistentes.