El incremento de los precios de los alimentos ha sido significativo a lo largo de 2022, pero ha presentado una evolución «muy similar» en España y en el conjunto de países del área del euro, según un estudio elaborado por el Banco de España.
En concreto, el alza en España no ha sido particularmente distinto al que se ha registrado en la zona euro, aunque su contribución a la inflación general ha sido más intensa debido al mayor peso que tienen los alimentos en la cesta de consumo española, según se recoge en el artículo ‘Evolución reciente de los precios de consumo de los alimentos en el área del euro y en España’.
La tasa de inflación interanual de los alimentos, bebidas y tabaco alcanzó el 13,8% en diciembre de 2022 en el área del euro, mientras que en España si situó en el 14,7%. El informe destaca que se trata de «registros sin precedentes» desde el inicio en las series estadísticas en 1997, que se sitúan muy por encima de los promedios históricos de entre 1997 y 2021, del 2,1% y del 2,4%, respectivamente.
El Banco de España afirma que se da una cierta heterogeneidad entre los países en términos de la intensidad del repunte de los precios de los alimentos. Así, los aumentos han sido particularmente intensos en los países bálticos (Lituania, Letonia y Estonia), y en Eslovaquia, donde se registraron tasas interanuales superiores al 20% en el cuarto trimestre de 2022, debido, al menos en parte, a la mayor exposición de estos países a las importaciones de alimentos y fertilizantes desde Rusia, Ucrania y Bielorrusia.
Mientras que el incremento de los precios de los alimentos registrado en Francia (10,7%) y en Italia (11,8%) se situó por debajo del observado en la Unión Económica y Monetaria (UEM) y en España. En cambio, en Alemania (16%) se situó por encima.
Más contribución a la inflación en España por su mayor peso Sin embargo, el mayor peso que tienen los alimentos en la cesta de consumo española ha hecho que su contribución a la inflación general haya sido superior a la de otros países europeos.
El estudio destaca el aumento de precios en determinados alimentos como ‘los aceites y las grasas’, que alcanzaron un incremento interanual del 31,2% en el cuarto trimestre de 2022, tanto en el área del euro como en España, seguido por las clases de ‘leche, queso y huevos’, cuyos precios aumentaron un 23,6% en el área del euro y un 24,9% en España, y la clase de ‘Pan y cereales’, cuyos precios aumentaron un 16,9% en el área del euro, 2,4 puntos porcentuales menos que en España.
Por su parte, las ‘Legumbres y hortalizas’ y las ‘Carnes’ son la cuarta y la quinta clase de alimentos con mayores alzas en sus precios en el área del euro, y la quinta y la séptima en España conjuntamente. Ambas rúbricas contribuyen de forma significativa a la inflación general en ambas áreas geográficas (0,9 puntos porcentuales y 1,1 puntos, respectivamente), dado su elevado peso en la cesta de consumo en ambos casos.
El artículo subraya que también se ha observado una «cierta heterogeneidad» en el repunte de los precios de las distintas clases de alimentos, destacando, por su intensidad y por su importancia en la cesta de consumo, los precios de los productos alimenticios relacionados con los cereales y con la leche.
La evolución de los precios de los cereales, que se ha visto impactado el pasado año por la guerra de Ucrania, y la leche habría estado ligada, fundamentalmente, a factores de oferta de naturaleza eminentemente global.
Advierte del efecto que puede tener la sequía De cara al futuro, el Banco de España ha indicado que dada la moderación recientemente observada en los precios de las materias primas, se espera una «cierta desaceleración» en los incrementos de los precios de los alimentos en el área del euro y en España.
No obstante, advierte de que existe una «elevada incertidumbre» acerca de los efectos que pueda tener la sequía observada en Europa el pasado año sobre la producción agrícola y, por tanto, sobre los precios de los alimentos para este año.
Además, reitera que la guerra en Ucrania representa también un foco de «elevada incertidumbre» desde el punto de vista de los precios de los alimentos, dada la relevancia de Rusia y Ucrania en los mercados mundiales de cereales.