A río revuelto, ganancia de pescadores, y a opa fracasada, beneficio para los accionistas. Tanto el BBVA como el Banco Sabadell han emprendido en los últimos meses una lucha encarnizada por seducir a los accionistas, lo que ha implicado, entre otras cosas, multiplicar la remuneración dedicada a ellos. La suma de lo previsto con cargo a 2025 supera de largo los 5.000 millones de euros.
La entidad vasca apenas tardó de hecho unos minutos en redoblar su apuesta tras conocerse la no aceptación de la opa el jueves por la noche y anunció un dividendo histórico y una recompra de acciones con exceso de capital. En el presente ejercicio, el banco presidido por Carlos Torres repartirá un dividendo de 0,73 euros por acción, lo que supone un importe total de más de 4.100 millones de euros. Por su parte, el Sabadell abonará 0,36 céntimos por acción en dividendos, para un total de 1.380 millones de euros. Se trata de cifras récord que están impulsadas en algún caso por operaciones específicas, como la venta del británico TSB, y por la mejora de los resultados operativos de la banca en general, que es uno de los sectores que más se ha revalorizado en Bolsa en los últimos nueve meses.
«En nuestra opinión, el gran beneficiario del fracaso de la opa son los accionistas de ambos bancos. La realidad es que la operación perdió mucho atractivo con el veto del Gobierno y perjudicaba a la rentabilidad potencial. Si a esto le sumabas que lo normal es que las sinergias conseguidas son menores que las estimadas, probablemente la operación habría perjudicado a los accionistas de ambas entidades», expone el analista Javier Cabrera.
El Banco Sabadell ha trazado para 2025 y principios de 2026 un plan de remuneración al accionista que combina dividendos ordinarios, un dividendo extraordinario vinculado a la venta de su filial británica TSB y un amplio programa de recompra de acciones. En conjunto, la entidad prevé distribuir más de 3.800 millones a sus accionistas en un plazo de aproximadamente doce meses. La entidad vallesana ya ha completado el pago de 0,1244 euros por acción correspondientes al dividendo complementario con cargo a 2024, abonado el 28 de marzo, que se suma a los 0,08 euros por acción abonados en octubre de 2024. Teniendo en cuenta todo ello, el dividendo total del ejercicio 2024 alcanzó los 0,2044 euros por título.
Con cargo a 2025, Sabadell ya ha realizado un primer pago a cuenta de 0,07 euros por acción el 29 de agosto, y ha anticipado un segundo pago a cuenta en diciembre que, sumado al complementario que se abonará en 2026, permitirá igualar o superar la remuneración ordinaria del año anterior. Además, la entidad prevé un dividendo extraordinario de unos 0,50 euros por acción en la primavera de 2026, condicionado al cierre definitivo de la venta de su filial británica TSB al Santander. Esta operación supondrá la distribución de alrededor de 2.500 millones de euros adicionales.
«El Sabadell ha ganado una batalla táctica, pero no la guerra. Su independencia sale reforzada, pero ahora debe justificarla con resultados sólidos. El plan de defensa anunciado -venta de TSB, dividendo extraordinario y aumento del payout (parte del beneficio destinado a dividendos)- representa una promesa de rentabilidad atractiva… que podría convertirse en un riesgo si implica tensiones de capital. La confianza del mercado dependerá de su ejecución y de su capacidad para mantener márgenes y solvencia», expone Antonio Castelo, analista de iBroker.
Ambicioso programa de recompraEn el caso del BBVA, el pay-out en efectivo se complementa con un programa de recompra de acciones ya programado que se reactiva de forma inmediata por un valor de unos 1.000 millones y potenciales tramos adicionales en 2026-2028 sujetos a capital y permisos del Banco Central Europeo. El Plan Estratégico 2025-2028 de la entidad recoge una lluvia de 36.000 millones en distintos tipos de retribución al accionista hasta 2028 y 13.000 millones a corto plazo. Otro de los objetivos de la entidad vasca pasa por reforzar su posición en el mercado doméstico y generar sinergias relevantes en banca y pymes. La posición de la entidad ahora mismo es muy fuerte en países emergentes como México o Turquía.
A esto hay que sumar un programa de recompra de acciones propias por 1.002 millones de euros, aprobado en la Junta de marzo de 2025, que ya está en ejecución y se divide en dos tramos: 247 millones con cargo a resultados de 2023 y 755 millones con cargo a 2024. El consejo de administración ha aprobado amortizar la totalidad de las acciones adquiridas, lo que permitirá aumentar el beneficio por acción y reforzar la rentabilidad del capital. «El anuncio de la confirmación del pago de un dividendo récord junto con un ambicioso programa de recompra de acciones seguro que también han apoyado a ese movimiento. La entidad refuerza así su perfil financiero a corto plazo y vuelve a poner el foco en la creación de valor para el accionista», apunta Castelo.
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