Dicen muchos que la verdad es tenaz y siempre acaba por salir a la superficie. Y esa parece ser la máxima que han presidido las numerosas filtraciones periodísticas que se han venido publicando sobre el contenido de las recientes conversaciones a dos bandas mantenidas por Donald Trump con su homólogo de Ucrania, Volodímir Zelenski, y de la Federación Rusa, Vladímir Putin. De acuerdo con ‘The Washington Post’ y ‘Financial Times’, dos diarios de referencia en el mundo anglosajón, el líder del Kremlin habría ofrecido durante su diálogo telefónico con el magnate neoyorquino una aparente rebaja en sus condiciones iniciales: ofrece retirarse de las regiones de Zaporiyia y Jersón, en el sur, a cambio de que el Gobierno de Kiev le cediera la totalidad del Donbás, es decir, las regiones de Donetsk y Lugansk. Ello, siempre segñun las mismas fientes, habría bastado a Trump para abandonar su intención de suministrar misiles Tomahawk de largo alcance al país invadido, una medida que inquietaba de sobremanera a Moscú.
La oferta fue rechazada por Zelenski, en una renión en la que, según el rotativo británico, se produjo «intercambio de gritos» y el líder de la Casa Blanca estuvo «maldiciendo constantemente», desechando los mapas militares que le ofrecía su interlocutor ucraniano para justifucar su negativa. Según tres fuentes europeas, el estadounidense estuvo todo el rato sermoneando a su invitado, «repitiendo los argumentos de Putin sobre el conflicto e instándolo a aceptar la propuesta rusa». «»Si (Putin) quiere, te destruirá», llegó a decir en un momento Trump a Zelenski, según explicó una fuente europea al diario británico. Aunque Zaporiyia y Jersón ya han sido anexionadas en referendums sin ninguna validez legal, las tropas rusas solo controlan parte del territorio.
Contenido de la conversaciónEl contenido de la conversación constituye una aparente rebaja de las condiciones que planteó Putin a Trump durante la reciente cumbre de Alaska que, al igual que lo sucedido el viernes en Washington, también acabó con caras largas. El estadounidense esperaba obtener de su interlocutor ruso un alto el fuego a cambio de una rebaja en las sanciones económicas, a lo que este último se negó, exigiendo una capitulación de Ucrania y la cesión de más regiones. Y continuó con una larga disertación con referencias históricas que apoyaban su visión de que Ucrania y Rusia son en realidad un mismo pueblo. Trump elevó la voz en algunas ocasiones, amenazó con abandonar las conversaciones y finalmente anuló el almiuerzo que estaba previsto tras la sesión plenaria bilateral.
Pese a las aparentes cesiones de Moscú, la propuesta seguirá probablemente una suerte similar a las anteriores y acabará en la papelera. Ello implicaría, tal y como recuerda en un ‘post’ reciente en la red social X el periodista y experto en Rusia Michael Weiss, «el desplazamiento interno o externo de cientos de miles de personas» que habitan las ciudades como Sloviansk o Kramatorsk, y la entrega a Moscú «de una de las regiones más fortificadas de Ucrania, que Rusia no ha podido conquistar en una década». «Detalles menores por resolver en el gulash de Budapest», culmina de forma irónica Weiss. Refiriendo a esta misma reunión en Budapest, Zelenski ha expresado, en una entrevista con la cadena ABC emitida este domingo, su disposición a reunirse con Trump y Putin aprovechando el encuentro que ambos tienen previsto.
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