Campolor atraviesa una etapa de crecimiento y consolidación. Su modelo de producción continua, su apuesta por la sostenibilidad y una estrategia multimarca le han permitido posicionarse como un referente en el sector agroalimentario.
Para profundizar en este recorrido y entender qué hay detrás de esta visión, hablamos con Juanfran Guevara, CSO de Agrícola Campolor, quien nos detalla los principales desafíos y logros de la compañía.
Campolor ha logrado abastecer al mercado 365 días al año. ¿Cómo habéis conseguido esa continuidad?
Ha sido uno de los mayores retos hasta la fecha. En productos como la calabaza butternut o la cebolleta fresca, mantener un suministro constante sin perder calidad es complejo. Lo hemos conseguido diversificando geográficamente los cultivos y aplicando un manejo agronómico de precisión. Poder atender a nuestros clientes todo el año era muy importante para nosotros, y en esta campaña al fin lo estamos consiguiendo.
¿Por qué es tan importante mantener esa continuidad?
Porque da confianza a nuestros clientes y estabilidad al negocio. No depender de temporadas concretas nos permite planificar mejor, asegurar la trazabilidad y garantizar la misma calidad durante todo el año. Además, esa continuidad nos ayuda a construir relaciones más sólidas con los distribuidores, ya que saben que pueden contar con nosotros en cualquier momento. A nivel interno también es clave: nos permite organizar mejor los recursos, optimizar los procesos productivos y reducir riesgos.
En un mercado tan competitivo, ¿cómo se diferencia Campolor del resto?
Nuestra apuesta ha sido siempre clara: calidad por encima de volumen. Mientras otros priorizan exportar más cantidad a costa de diversificar los estándares, nosotros preferimos mantener un producto excelente. Nos hemos esforzado en diferenciarnos buscando clientes que valoren la calidad. Esa ha sido nuestra apuesta desde el principio y nos ha permitido construir relaciones duraderas con distribuidores que comparten esa visión.
Actualmente exportáis más del 30% de la producción. ¿En qué mercados estáis creciendo?
Estamos presentes en Francia, Reino Unido, Alemania y Bélgica, además del mercado nacional. Durante Fruit Attraction reforzamos nuestra relación con distribuidores europeos y exploramos nuevas oportunidades en Países Bajos, un mercado que se ha convertido en prioritario para nosotros. Queremos que nuestras marcas sigan ganando espacio en los lineales europeos, y contamos con un equipo profesional que comparte nuestra visión global.
¿Cómo gestionáis la sostenibilidad dentro de vuestro modelo de producción, y qué impacto ha tenido en el desarrollo de la empresa?
La sostenibilidad es uno de los pilares fundamentales en nuestro modelo de negocio. Desde el inicio, hemos apostado por prácticas agrícolas responsables que minimizan el impacto ambiental. Para ello, implementamos diferentes tecnologías innovadoras que desde hace años nos permiten optimizar el uso del agua, reducir el consumo de energía y minimizar los residuos. El impacto de estas prácticas ha sido muy positivo, tanto a nivel ambiental como empresarial. No solo hemos logrado reducir nuestra huella ecológica, sino que también hemos aumentado la eficiencia de nuestros procesos productivos. A largo plazo, la sostenibilidad será uno de los factores clave para el crecimiento de nuestra empresa, ya que los consumidores y distribuidores cada vez están más comprometidos con la elección de productos que respeten el medio ambiente.
Hablando de marcas, ¿por qué habéis apostado por una estrategia multimarca?
Porque nos da flexibilidad. A la marca Campolor se han sumado otras como Prove, Lalola, Calceba, Gusterra y Oteo. Todas comparten un mismo sello de frescura, trazabilidad y compromiso con la calidad, pero nos permiten adaptarnos a distintos canales y consumidores. Gracias a esta segmentación podemos atender tanto a grandes cadenas de distribución como a mercados especializados, ofreciendo desde pimientos tipo padrón o habanero hasta productos exóticos como la okra, el diakatou o la berenjena blanca, que están en auge.
Mirando al futuro, ¿qué objetivos contempla el nuevo plan estratégico 2025–2028?
Nuestra hoja de ruta es ambiciosa pero a la vez realista. Queremos doblar la producción actual, multiplicar el beneficio por 2,5 y consolidar mercados prioritarios como Reino Unido, Francia, Bélgica y Alemania, sin dejar de lado la evolución de los mercados del Este y Europa Central. También vamos a impulsar las líneas exóticas, que están creciendo mucho, y seguir invirtiendo en profesionalización, tierra e instalaciones para reforzar la trazabilidad. Todo ello apoyado en cuatro pilares fundamentales: suministro continuo, calidad diferencial, logística ágil y diversificación de mercados.
¿Cuál dirías que es la esencia que define a Campolor?
Nuestro objetivo es claro: crecer de forma sostenible, diversificar mercados y seguir construyendo sobre la base de la confianza y la calidad que siempre nos han definido. Esa filosofía nos ha traído hasta aquí y seguirá guiando nuestro crecimiento en los próximos años.
Con una estrategia definida, un equipo comprometido y un modelo de negocio que combina continuidad, calidad y sostenibilidad, Campolor encara los próximos años con el principal objetivo de seguir consolidando su firme liderazgo en el sector agroalimentario europeo. El nuevo plan 2025–2028 no solo refuerza su capacidad productiva y su presencia a nivel internacional, sino que también reafirma una filosofía que ha sido clave durante toda su trayectoria: crecer de manera responsable, innovadora y cercana a sus clientes.