Tras un arranque inicial optimista en la sesión de este viernes, Cox ha cerrado la sesión con una leve subida (1,47 %) que ha dejado la acción en 10,35 euros, un día después de oficializar la adquisición de los activos de Iberdrola en México. Esta ligera mejora hay que contextualizarla en una jornada donde el Ibex 35 ha bajado el 1,88 % por las nuevas tensiones arancelarias y que ha supuesto volver al nivel de los 14.100 puntos, en sintonía con las caídas de Europa.
La operación del grupo presidido por el alicantino Enrique Riquelme también ha sido noticia internacional, porque la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum ha hablado en sus «mañaneras» de la salida de Iberdrola del país. Durante su comparecencia pública, la mandataria ha asegurado que la venta por parte de la compañía española responde a razones empresariales y ha celebrado la llegada de Cox por las inversiones que tienen previstas. Sheinbaum ha indicado a preguntas de los periodistas que la venta representa una «transición ordenada y legal, con beneficios tanto para el Estado mexicano como para el sector privado comprometido».
La presidenta señaló que «han decidido hacer una inversión muy grande en otros países, en Europa particularmente. Ganaron un concurso y han decidido orientar la mayor parte de sus inversiones a este proceso», explicó la mandataria durante su conferencia de prensa matutina. Sheinbaum afirmó que Cox invertirá 10.690 millones de dólares en el país en el periodo 2025-2030, que incluyen la compra anunciada en la víspera, además de 4.000 millones de dólares en nuevos activos energéticos y otros 1.500 millones en concesiones de agua.
De esta manera, la mandataria celebró que los directivos de la compañía Cox están «muy comprometidos con la inversión en México y con el desarrollo de distintos proyectos, no solamente de energía (…) sino también en otros proyectos de agua y otros temas que ellos desarrollan». Según la presidenta, Cox está de acuerdo con las normas de generación eléctrica establecidas en el país, donde el 54 % es generado por el estado y el 46% de manera privada, así como con la nueva regulación sobre el porteo.
Cox que, «tiene años también trabajando en México», es una empresa con capital español, europeo y estadounidense, que con esta compra se hace con el 25% de la cuota de mercado y más de 20 teravatios por hora (TWh) repartidos entre más de quinientos grandes clientes. Además, Cox integrará a la plantilla a más de 800 profesionales que Iberdrola deja en México. La venta se realizará entre el cuarto trimestre de 2025 y el primer trimestre de 2026, según recoge la agencia Efe.
Sus declaraciones están en línea con lo expresado en Iberdrola en el comunicado de venta y donde confirmó que había una reorganización hacia otros mercados con unas expectativas de inversión de 55.000 millones de euros en sus filiales de redes eléctricas de transporte y distribución, fundamentalmente en los Estados Unidos y el Reino Unido.
Imagen corporativa del grupo Cox. / INFORMACIÓN
Posicionamiento estratégicoAunque desde el grupo que recientemente se hizo con Abengoa, se han limitado a la nota e información facilitada a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, el paso dado coloca a Cox como el agente energético de mayor cuota en México. Para el analista de mercado, Manuel Pinto, la inversión que planea esta empresa de más de 10.700 millones de dólares se hace en el que , hoy por hoy, es el segundo mercado eléctrico más importante de Latinoamérica. «Entre 2025 y 2030, de los cuales más de 4.000 millones se destinarán a nuevos proyectos energéticos y hasta 1.500 millones a infraestructuras concesionales de agua», ha apuntado.
Pinto no ha dudado en calificar el movimiento como «transformacional» para Cox, ya que conlleva un «aumentar significativamente su tamaño y posicionamiento estratégico en el sector eléctrico mexicano». La operación, que aún está sujeta a aprobación regulatoria, «reforzaría la apuesta del grupo por integrar agua y energía en ese país, lo cual ayudaría a tener un gran impacto convirtiéndose en actor clave de generación y suministro eléctrico en América Latina, con un papel fundamental en la industria, manufactura, minería, el sector agrario y grandes centros urbanos».
El analista considera que, detrás de la operación, hay una motivación de apuesta por el sector agroindustrial y las sinergias que se pueden dar. «La industria presenta una dinámica de crecimiento exportador, innovación tecnológica y demanda de infraestructura energética» en este territorio centroamericano. Para Manuel Pinto, otro motivo que justifica la compra y que el mercado compensa en las acciones de Cox, es el papel de México como hub de centros de datos en América Latina. «Se esperan inversiones por más de 7 mil millones de dólares en nuevos centros de datos, impulsadas por Amazon Web Services, Microsoft, o Google, entre otros, y Cox jugará un papel fundamental en la demanda de energía para inteligencia artificial, la nueva o telecomunicaciones».
Junto al buen momento de coyuntura económica del país (solo estancadas en el corto plazo por la guerra arancelaria), este experto en mercados cree que la «operación le reportará una mejora en su economía de escala y le permitirá generar flujo de caja de manera recurrente». En este sentido, están las cifras que se hicieron públicas. Además de los 3.700 millones de euros por la compra, Cox avanzó que la compañía está en la buena dirección para lograr cerrar el ejercicio con una cifra de ventas proforma de cerca de 3.000 millones de euros y 750 millones de euros de Ebitda.
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