España se enfrenta a una transformación demográfica sin precedentes que tiene implicaciones en el terreno económico, social e, incluso, cultural. Actualmente, más de nueve millones de personas en España forman parte de la generación sénior (mayores de 55 años) y representan cerca de un 20% de la población. Esta proporción se incrementará en 2050 y se prevé que más del 30% de los españoles superen esa edad. Hay que tener en cuenta que los sénior son responsables del 60% del gasto total del país y generan en torno al 25% del PIB. A pesar de todo, este colectivo es el primero es ser despedido ante las reestructuraciones empresariales y son los que más barreras sufren para encontrar un nuevo empleo. En este contexto, Prensa Ibérica organizó recientemente de la mano de ‘activos’ y El Periódico la jornada Generación sénior: un pilar de la economía española para abordar temáticas como el empleo y el ahorro de los más veteranos del mercado laboral.
Durante el encuentro se abordaron los estereotipos que aún pesan sobre la generación sénior: desde las barreras para acceder al mercado laboral hasta su falta de visibilidad como consumidores. «En el imaginario publicitario, los mayores no existen. Se les vincula a la dependencia, pero no se les representa como parte clave de la economía ni como consumidores de pleno derecho», expuso Lola Carrión, miembro del patronato de HelpAge España, en el marco de la mesa de expertos Talento sénior en la era digital. Esta especialista quiso destacar el profundo conocimiento y la versatilidad de los más veteranos del mercado laboral.
«Tenemos una experiencia tremenda en innovación. Las personas mayores hemos asumido el reto de la digitalización, hemos puesto en marcha el Estado del bienestar y en modernizar la administración pública. En comparación a las generaciones jóvenes, nosotros somos mucho más atrevidos y no hemos tenido miedo a asumir grandes transformaciones. El mayor punto fuerte de nuestra generación es nuestra experiencia en aprender e innovar. Solo hay que ver como los directivos y los líderes mundiales son personas mayores en general», aseguró Carrión.
Experiencia y creatividad»El conocimiento, la resiliencia y la creatividad no se improvisan; se forjan con los años», afirmó José Manuel Azorín-Albiñana, presidente de Emancipatic. «Las empresas que no integran ese talento están desaprovechando una fuente de innovación y de estabilidad», enfatizó. Sin embargo, cuando las empresas plantean un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para despedir trabajadores, a los primeros que se incluye es a las personas mayores. «Esta es una torpeza recurrente en la que incurren las empresas», explicó Azorín-Albiñana.
Esta reflexión fue compartida por Javier Cantera, presidente de Auren Consultoría. «Yo creo que habría que cambiar la forma de entender la negociación de un ERE. Hay que tener cambiar el enfoque y adaptarse a lo que viene. Es muy injusto que la legislación favorezca la salida de los mayores de 55 años de la empresa, cuando este colectivo está llamado a jugar un importante papel en nuestra sociedad», indicó Cantera. «Se puede ser más viejo o más joven, pero lo que hay que tener en cuenta son las ganas de hacer cosas y de seguir prosperando. Ante la dificultad que tenemos para cubrir vacantes actualmente en España, la gente mayor tiene más oportunidades de colocarse en el mercado laboral que nunca», dijo Cantera. «Hay que fijarse en la edad actitudinal, que va evolucionando. Mi abuelo con 64 estaba muy envejecido, yo ahora tengo una edad similar y me siento con una actitud muy diferente», explicó Cantera.
«Yo soy optimista, pero es cierto que las empresas y las administraciones a menudo dejan a un lado a las personas mayores. No hay una imagen de las personas mayores trabajando en la empresa», lamentó José Manuel Azorín-Albiñana, presidente de Emancipatic. «La formación va a ser clave, la educación permanente es muy importante para que los veteranos se mantengan actualizados y se generen nuevas oportunidades», apuntó Azorín-Albiñana. «Hay que evolucionar y buscar figuras legales para los sénior puedan seguir ligados al mercado de trabajo», propuso Javier Cantera. «El caso de la Administración General del Estado es la prueba de que los sénior pueden funcionar perfectamente en el entorno laboral. Se ha demostrado que se puede integrar a los mayores, pero falta una política enfocada a potenciar el talento de las personas mayores», concluyó Lola Carrión, de HelpAge España.