A Alberto Núñez Feijóo no le gustó que Salvador Illa e Imanol Pradales se expresaran en catalán y euskera, respectivamente, en la última Conferencia de Presidentes autonómicos celebrada en Barcelona el mes pasado. Por primera vez, el Gobierno de coalición impulsó el uso de pinganillos para que el resto de participantes pudieran hablar en alguna de las lenguas cooficiales que existen en España.
El PP ha incluido en la ponencia política que se ha aprobado en 21º congreso nacional un párrafo en el que asegura que «blindará» el «uso de la lengua común en el Congreso de los Diputados y en los órganos de máximo nivel político de cooperación entre el Gobierno nacional y las comunidades autónomas», en referencia a la Conferencia de Presidentes. Este último elemento sobre la reunión entre los dirigentes autonómicos y el Ejecutivo nacional es una novedad que se ha descubierto tras la aprobación definitiva del texto de la ponencia, una vez superadas las enmiendas que se han presentado. Los conservadores sí están dispuestos a mantener el uso de las lenguas cooficiales en el Senado.
Justo antes de esta advertencia sobre los pinganillos, en el documento también se puede leer un párrafo que no existía en la primera versión que se conoció del texto, a mediados de junio. «Garantizaremos que las Administraciones de los territorios con cooficialidad se dirijan a los ciudadanos en la lengua oficial o en la cooficial, a elección del ciudadano», señala el texto.
La ponencia política recibió casi 900 enmiendas, pero ninguna llegó viva al plenario del congreso porque se transaccionaron o retiraron antes. Una de las ponentes, la eurodiputada Alma Ezcurra, que será vicesecretaria de coordinación sectorial, celebró el consenso de los populares, un espíritu que refleja, en su opinión, el objetivo del PP de «dejar a un lado el desaliento y la pereza existencial» en la que tiene sumida España un «Gobierno corrupto». «Ningún español quedará sin convencer de que el proyecto liderado por Alberto Núñez Feijóo es una ambición amplia, valiente, reformista y ganadora en la que cabemos absolutamente todos», indicó.
El presidente de Andalucía, Juanma Moreno, otro de los ponentes de la ponencia, obvió que el texto deja por escrito por primera vez que el PP abre la puerta a cerrar pactos con la ultraderecha y dijo que es un documento hecho «desde la moderación, el diálogo y la empatía» para sustituir «el ruido y la crispación».
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