La banda sevillana Victorias, una de las más prometedoras de la nueva escena, ha lanzado su segundo álbum, ‘emocional’ (2025) –con la e minúscula–, disponible en formato digital y edición limitada en vinilo transparente. Tras su etapa como Victoria Ford, han sabido reinventarse. Su debut, ‘Un puño amable’ (2022), recibió el beneplácito de la crítica. emocional viene cargado de guitarras y melodías bailables, con influencias diversas –sobre todo, punk– y bajos distorsionados, pero Victorias también saben defender una gran balada. Actitud punk, melodías pop e intención universal. Este nuevo trabajo marcará un hito para el grupo, con un sonido más íntimo y confesional que están llevando a los escenarios en una extensa gira por salas y, luego, de festivales. El 2025 promete ser el año de su consagración definitiva como una de las bandas más auténticas y emocionantes del momento. El 9 de mayo actúan en Málaga, en La Cochera Cabaret.
¿Cómo se sienten con la salida de ‘emocional’?
Pues muy bien, la verdad. Contentos de poder mostrar un trabajo que consideramos el mejor disco de nuestras vidas (al menos, hasta la fecha), y con muchas ganas de disfrutar tocándolo en directo. Personalmente, me siento genial interpretando este disco en vivo. Esperamos que la gente también sienta las canciones como nosotros las sentimos y, en cierto sentido, hacerlas suyas. Al fin y al cabo, de eso se trata.
‘emocional’ es un título muy revelador. ¿Qué les inspiró para explorar las emociones en este álbum?
Fue un proceso natural, no especialmente intencionado. Todo surge de querer dar lo mejor de nosotros mismos, de echar a un lado los prejuicios, de no tener que demostrar nada a nadie y de cómo nos sentimos entre nosotros y de cara a la industria. Muchas conversaciones de furgoneta, muchos momentos no precisamente fáciles…, pero también mucho cariño, conexión y risas entre nosotros. Para Ire [Díez, vocalista] ha sido un auténtico viaje, codo con codo.
¿Qué papel juega la vulnerabilidad en la música de Victorias, especialmente en este álbum?
Quizás la vulnerabilidad la asociamos a debilidad, y eso es un error. Es sinceridad, y aunque siempre puede haber algo de miedo, mostrarse sin ningún pudor ha sido una constante durante el proceso creativo. Al menos así lo vemos a toro pasado. No tenemos que demostrar nada a nadie: a quien le guste, bien, y a quien no, tiene mil grupos y posers donde buscar o sentirse identificado.
¿Cómo fue el proceso de composición y producción de emocional en comparación con trabajos anteriores? ¿Hubo algún desafío particular?
El desafío como tal ha sido intentar ser reales, honestos y siempre en pro de la canción. Fuera egos, hacer las cosas lo mejor que podemos, y sobre todo que al escucharlas nos removiera algo por dentro. Se ha buscado la transparencia e intentar dejar al personaje fuera. Hemos sido algo radicales en no alargar los temas con pasajes musicales innecesarios y en desechar cualquier cosa que, por un motivo u otro, la propia canción no pidiera.
Dicen que han creado más de cuarenta canciones para seleccionar las doce del disco. ¿Cómo se hizo la criba?
Vamos un poco a contracorriente; pensamos que un artista o banda no puede/debe lanzar canciones por inercia sin tener un mínimo de autoexigencia. Nos estamos acostumbrando a tener que publicar singles cada dos meses, tenemos que estar constantemente creando contenido… Nosotros pensamos que si hay que parar un año sin lanzar nada, lo hacemos. Mientras más canciones tengamos donde elegir, mejor será el resultado, más homogéneo. Pasamos un poco de la imposición de la industria, manejamos nuestros tiempos para poder crear una carrera sólida, sin prisas pero sin pausa. Como decían Machado y Serrat, «se hace camino al andar». Siendo honesto, cada día teníamos una opinión diferente de la elección final, a pesar de que había algunas candidatas muy claras. Tenían que remover por dentro y si, después de darle mil vueltas, hubiera algo que, por mínimo que fuera, no nos cuadrara, se descartaba. Aunque tengo mis dudas… ¿Quién sabe si algo de ahí se vuelve a retomar en un futuro para desarrollarlo?
¿Cómo describiría la evolución de su sonido en este nuevo disco?
Me cuesta mucho responder este tipo de preguntas, porque yo creo que se percibe mejor desde fuera. Para mí, es nervio y melodía, pero sin esa prisa constante, y pensando más las cosas. Este disco se ha plasmado desde el principio como banda, nos hemos llevado año y medio girando con el disco anterior, y eso ha hecho que el resultado sea más homogéneo y más sólido.
En un mundo cada vez más digital, ¿creen que la música sigue siendo una forma poderosa de conectar con las emociones?
Sí, la música sigue estando ahí, independientemente de la forma de consumirla.
¿Piensan que su música puede ayudar a las personas que atraviesan momentos difíciles?
Curiosamente, nos han llegado mensajes de personas que están en un momento difícil de sus vidas y se sienten muy identificados con las canciones y eso, en cierto sentido, les ayuda. No pretendemos ser un libro de autoayuda, pero que lo que hacemos encerrados en un local de ensayo pueda ayudar a alguien es maravilloso.