Felipe VI irá el lunes a El Campello (Alicante) para presidir el acto de inhumación del republicano Rafael Altamira y su esposa, Pilar Redondo, fallecidos en la década de los años 50 del siglo pasado en México, donde se exiliaron tras el estallido de la guerra civil española (1936-1939). El polifacético Altamira (jurista, historiador, escritor, pedagogo…), ayudó a redactar el anteproyecto para fundar el Tribunal Internacional de La Haya y, en 1921, fue nombrado uno de los nueve jueces primeros titulares. Durante los siguientes 20 años, entre las dos guerras mundiales, desplegó una gran actividad internacional pacifista, motivo por el que estuvo nominado cuatro veces al Premio Nobel de la Paz. También lo señalaron como candidato al de Literatura en dos ocasiones.
«Mi abuelo le dejó claro a Franco que no volvería del exilio mientras un traidor a la República estuviese en el poder; y no volvió», dijo una nieta de AltamiraLa elección de esta ceremonia por parte de Felipe VI, entre las numerosas invitaciones similares que recibe cada año, no es baladí. Sobre todo después de haber declinado, a principios de este mes de enero, la que le cursó el Gobierno de Pedro Sánchez para que acudiera al primer acto por el 50º aniversario de la muerte de Francisco Franco. La decisión se argumentó oficialmente en problemas de agenda, aunque se tomó en unos días en los que tanto PP como Vox habían mostrado su rechazo rotundo a la iniciativa del Ejecutivo de recordar el fallecimiento del dictador.
En esta ocasión, en cambio, la inhumación de los restos de Altamira va a concitar un consenso inhabitual en estos tiempos en España. En el acto en el cementerio de El Campello, estarán presentes este lunes, según fuentes de la alcaldía, todos los grupos que forman parte de la corporación municipal, presidida por el PP, y de la que también forman parte representantes del PSOE, Vox, Compromís, Per El Campello (XEC), Acord per Guanyar y EUPV-Podem.
Además, también acudirán Ximo Puig (PSOE), expresident de la Comunitat Valenciana, y su sucesor y actual jefe del Ejecutivo autonómico, Carlos Mazón (PP). Bajo el primero, en 2022, empezaron las gestiones, con el apoyo presupuestario correspondiente, para conseguir repatriar los restos desde México. Y, en la etapa de Mazón, se ha culminado todo el proceso, que también ha necesitado del apoyo del Ejecutivo central y de la Embajada española en el país centroamericano.
Una hija de Altamira intentó repatriar sus restos ya en los años 80 pero la iniciativa no prosperó. Quería cumplir lo que el humanista declaró a ‘El Día’ en una entrevista en mayo de 1935. «Cuando se me aparte de la vida oficial, me retiraré al rincón de mis amores más gratos: a El Campello», afirmó.
Borrado de los librosDespués fue su nieta Pilar la que siguió con la reivindicación. “Mi abuelo le dejó claro a Franco que no volvería del exilio mientras un traidor a la República estuviese en el poder; y no volvió”, dijo Pilar Altamira a la web “Mayores y medios de comunicación” en 2016. Esa respuesta, que el intelectual dio a dos emisarios del dictador, le llevaron a que el régimen franquista le borrara de todos los libros y de la historia de España. El acto del lunes en El Campello, con el foco que le va a dar Felipe VI, dará otro empujón para restituir su memoria.