Los españoles han salido a las calles de Valencia para exigir la dimisión del presidente regional que dirigió la respuesta de emergencia a las recientes inundaciones catastróficas que mataron a más de 200 personas.
Las inundaciones que comenzaron la noche del 29 de octubre dejaron 220 muertos y casi 80 personas aún desaparecidas.
Los residentes están protestando por la forma en que se manejó el incidente, y el líder regional Carlos Mazón se vio sometido a una inmensa presión después de que su administración no emitiera alertas a los teléfonos móviles de los ciudadanos hasta horas después de que comenzara la inundación.
El Gobierno valenciano ha sido criticado por no prepararse adecuadamente a pesar de que la Agencia Estatal de Meteorología advirtió cinco días antes de las inundaciones de que podría producirse una tormenta sin precedentes.
Decenas de miles de personas expresaron su consternación marchando en la ciudad el sábado. La asistencia oficial se estimó en unas 130.000 personas.
Algunos manifestantes se enfrentaron con la policía antidisturbios frente al ayuntamiento de Valencia al inicio de su marcha hacia la sede del gobierno regional, y la policía utilizó porras para empujarlos hacia atrás.
Muchos manifestantes portaban carteles hechos en casa o coreaban “Mazón renuncia”. Otros llevaban carteles con mensajes como “Tú nos mataste”. Una pancarta decía: “Nuestras manos están manchadas de barro, las tuyas de sangre”.
Los manifestantes se reunieron frente al ayuntamiento de Valencia. Fotografía: Biel Aliño/EPAAlgunos manifestantes arrojaron botas embarradas frente al edificio del consejo en señal de protesta.
Más temprano el sábado, Mazón dijo a la emisora regional À Punt que “habrá tiempo de responsabilizar a los funcionarios”, pero que ahora “es el momento de seguir limpiando nuestras calles, ayudando a la gente y reconstruyendo”.
Dijo que “respetaba” la marcha. Mazón, del conservador Partido Popular, también está siendo criticado por lo que la gente percibe como una respuesta lenta y caótica a las inundaciones.
Miles de voluntarios fueron los primeros en llegar al terreno en muchas de las zonas más afectadas en las afueras del sur de Valencia. Los funcionarios tardaron días en movilizar los miles de refuerzos policiales y soldados que el gobierno regional pidió a las autoridades centrales que enviaran.
La preocupación por el riesgo de inundaciones en la región no es nueva. Los miembros de Compromís, una alianza de izquierda en el parlamento regional valenciano, presentaron una propuesta diseñada para abordar el tema en septiembre de 2023, pero fue rechazada por el gobierno.
Eva Saldaña, de Greenpeace España, ha sugerido que las empresas de petróleo y gas “paguen la factura” de este desastre natural, argumentando que esas industrias conocen la crisis climática desde hace más de seis décadas.